MERKAVÁ: Jerusalén y Siria en… ¿Amsterdam?

 

FINÍSIMOS: Estamos ensayando un nuevo estilo de reseñar restaurantes, pero quitándole toda la solemnidad y el “mamadeurismo” que suele abundar en esta clase de textos. La idea es que Toño y Mariana de Gastronomicast comenten al vuelo sus impresiones tras visitar un establecimiento, después de comer y beber como náufragos con buen fiador. Aquí la primera entrega…

TOÑO: Bueno, comenzaremos estas Reseñas Gastronómicas de Retache con Merkavá, de Daniel Ovadía y Salvador Orozco…

MARIANA: Decir “de retache” es NAQUÍSIMO.

TOÑO: ¡Pues como las “coplas de retache”! De acuerdo, es frase de tía, pero no te veo aportando nada más creativo a este estilo de hacer reseñas. Se queda “de retache” hasta que se te ocurra algo mejor. Seamos honestos, ESO NO SUCEDERÁ JAMÁS.

MARIANA: Silencio. Reseñas ……… a dos voces. jajajaja

TOÑO: Retiro lo dicho, sucedió. Y fue mucho peor de lo que esperaba que aportases (o sea, nada). Dejemos eso para después. De entrada debo confesar que escuchar que Merkavá hace “cocina de Jerusalén” me pareció extrañamente específico.

MARIANA: Seguro creías que Jerusalén era el nombre del cocinero.

TOÑO: Pensé que era de “Jesusa Allen”, sí, pero ese no es mi punto. Sonaba como si abrieras un restaurante de “Cocina de Ciudad Satélite”…

MARIANA: jajajja, de acuerdo. Empecemos ya, idiota.

TOÑO: Lo primero que debo resaltar –porque para variar llegaste tardísimo– es que la decoración del lugar está mamalona. Todo cool.

Dicen que la decoración de Merkavá se inspira parcialmente en el Arca de Noé. Muy adecuado para el par de animales que hicieron esta reseña… (TripAdvisor)

MARIANA: No llegué tarde, estaba poniendo monedas al parquímetro porque hay que aclarar que no hay Valet Parking.

TOÑO: Vale, después de que le robaste monedas al pobre pordiosero local para estacionarte con tu coche de #LadyCondechi, llegaste muy sácalepunta (frase de tía) a pedir que te sirvieran una limonada con jengibre.

MARIANA: Llegué a probar la limonada que estabas tomando y estaba en un punto perfecto de acidez, me pareció que un poco de jengibre rallado la haría aún mejor. Y sí.

TOÑO: Te concedo eso (de hecho acabé pidiendo una igual). Pero venías con ánimo cambiador y jodón, también tomaste la decisión ejecutiva de decidir qué tipo de hummus comeríamos… y en el fondo lo agradezco, estaba sensacional.

MARIANA: Todo basándome en que TÚ no debes de tomar ninguna decisión jamás. El punto es que yo ya había ido al lugar una vez anterior y me encantó. Es un sitio hecho para compartir, las porciones no son muy grandes ni tampoco muy caras. Tienen un par de hummus fijos y un hummus del día que jamás he probado, porque estoy obsesionada con el de ajo.

Hummus de ajo confitado. La salsa verde estilo sirio también estaba fenomenal.

TOÑO: Ajo… ¿confitado, era? No sé, pero era un ajo diseñado por los mismos DIOSES DEL AJO. Axolotli, creo que se llaman en lengua náhuatl…

MARIANA: Sin comentarios a tus chistes. Pedimos el hummus de ajo que llega con un pan recién hecho y delicioso que se siente como una almohadita hermosa.

TOÑO: Pero obvio abarataste la poesía del momento exclamando “a este hummus sí le quieres meter la pita en caliente”, o una bajeza similar…

MARIANA: Calla, idiota, eso lo dijiste tú y solté una carcajada horrible que hizo salir a un par de mesas del lugar.

TOÑO: Ah, cierto… mi memoria no es lo que era. En fin, GRAN hummus, GRAN ajo, GRAN pita en caliente…

MARIANA : Eres un estúpido

El tlacoyo estilo Jerusalén. Obvio no se llama así, pero ordénalo con esta foto, seguro lo identifican…

TOÑO: OK, retomando: también pedimos una especie de tlacoyo jerosolimitano. Sí, estoy presumiendo que sé cuál es el gentilicio de Jerusalén…

MARIANA: Pedimos el hummus con ajo, la coliflor rostizada que llega con su propio sable para cortarla, luego el Lachmachun o no sé cómo carajos se escribe que es el tlacoyo ese falso del que hablas, cubierto de una carne molida ligeramente picante y espectacular. Tú pediste además unas hojas de parra que sí sabían mucho a cordero, tanto que empezaste a hablar de la barbacoa, ¿te acuerdas?

Coliflor: una delicia pura.

TOÑO: 92% de mis conversaciones terminan hablando de barbacoa, pero recuerdo que era el platillo del que más esperaba y fue el único que me quedó a deber un poquito, porque las hojas estaban ligeramente recias. El relleno magnífico, eso sí…

MARIANA: De acuerdo, tampoco fue mi plato predilecto, yo seguía patinando pedazos de pita en lo que quedaba del hummus y el labneh (jocoque) con el que viene la coliflor.

Un par de hojas estaban ligeramente fibrosas, pero aún así el sabor fue soberbio…
El guardaespaldas lo sabe…

TOÑO: Creo que hay que hacer una breve pausa de respeto para hablar de esa coliflor, como si acabara de pasar Jennifer Lopez frente a nuestros ojos: Qué cosa espectacular…

MARIANA: Eres un sicalíptico. Asco mil.

TOÑO: Muéstrale respeto a J-Lo y a la coliflor de Merkavá, LO EXIJO

MARIANA: Después pedí la limonada de la casa con hierbabuena y no me gustó tanto como la mía con jengibre, así que te robé la tuya y te di la nueva con hierbabuena. Gracias.

TOÑO: No tienes nada que agradecer, pequeña. Particularmente porque no fue un acto voluntario, de hecho protesté vehementemente el hecho y te detesté aún más que de costumbre. Pero volvamos a hablar de la coliflor: asado perfecto, especias sensatamente aplicadas, todo bien.

MARIANA: Lo interesante es que es una coliflor entera, que llega a tu mesa y el mesero puede asistirte en la cirugía de despiece, o puedes hacerlo solo. La neta sí es un pequeño espectáculo verla llegar y piensas: “hueva, coliflor“, pero sí está deliciosa.

TOÑO: Creo que redondea muy bien la idea de “comamos juntos probando de todos los platos”, me dejó con las ganas de volver en un grupo grande, porque la verdad entre los dos no pudimos hacerle mucha merma a las porciones…

MARIANA: jajajaj de qué hablas? Nos tragamos todo, no quedó nada salvo como dos mini floretes de coliflor y media pita. Pero bueno, Miss Anorexia… luego pedimos de postre el Knafeh, que lo mandan con helado de pistache, pero como yo iba de cagante pedí que le pusieran del de azahar y me hicieron el favor de cambiarlo, quedó UFFFFFFF.

¿Por qué no lleva chicharroncito el fideo seco, joven?” (Bull & Tank)

TOÑO: Aunque el OSAZO de ir con la naca que cambia todo a su gusto no me lo quita nadie, la neta. Pero fue buena sugerencia.

MARIANA: Esta sugerencia venía de un conocimiento previo, en la primera visita probamos absolutamente TODOS los postres y me pareció que el helado de pistache mataba el sabor delicadísimo del Knafeh, que es como una especie de fideos de amor con quesito y el helado… que contado no suena bueno, pero está realmente exquisito.

TOÑO: Después de que yo exclamé que se les había olvidado el chipotle en el fideo seco y que me corregiste, explicando que era el postre, sí fui muy feliz.

MARIANA: La paciencia del pobre del mesero que nos tocó es digna de reconocimiento: tú un imbécil y yo cambiando varias cosas, pero bueno…  al final la experiencia fue realmente buena y por lo menos una vez a la semana se me antoja ir a Merkavá.

TOÑO: Sí, ese man que nos atendió debería estar gestionando la paz en el medio oriente, es un santo. ¡Ah, y de salida me regalaron un panquesote!

MARIANA: Se llama Babka, no panquesote, idiota. Ya, vamos a los rankings…

TOÑO: Los nombres son lo de menos, ni siquiera sabemos bien cómo se llama el tlacoyo ese, creo que era Lamchun Lamchun Ra Ra o algo… En fin, los rankings: explícame tu escala que no entiendo ni mais.

MARIANA: ¿Qué calificación le pones al lugar: del “Cero” al “Llevaría a cenar a mi suegra”?

TOÑO: Yo le daría un “Llevaría a una date, pero me reservaría la silla cómoda para sentarme yo en ella porque IGUALDAD”. O sea, es como un 8, generoso.

MARIANA: Lo que está padre del lugar es que puedes ir de cita de amor, reunión de amigos, cosa de trabajo, en familia. Como el concepto es compartir, está bien para cualquier categoría, SALVO ir con tu hermano el Nel.

TOÑO: Al Nel me llevaría peña llevarlo hasta al cadalso, de hecho. Pero de acuerdo con la versatilidad de Merkavá, es un restaurante multipropósito por excelencia. El menú, ¿qué calificación en la escala de “Cero” al “Quisiera tener dos bocas y cuatro panzas para abarcar todo su deliciosismo”?

MARIANA: Yo le pondría un 9 al menú. Me parece una oferta prudente y distinta sin jalarse los pelos con sabores desconocidos y que asusten a la gente.

TOÑO: Coincido, además de que cuando el platillo menos espectacular se está rifando en sabor con los mejores de ese mismo tipo en otros restaurantes, sabes que la experiencia lo vale. Me refiero a las hojas de parra: fueron lo menos espectacular y aún así compiten con las mejores que he probado en otros sitios.

(Dónde Ir)

MARIANA: Mi resumen general de Merkavá: Buen precio, pues puedes compartir. Todo es rico, pero hay algunas cosas superiores, es un lugar muy bonito pero sin distraer demasiado. Lo puedes usar para cualquier tipo de ocasión que tengas y de verdad sí hay un par de platos que hacen que quieras cruzar la ciudad para ir. Así que en resumen es en este momento uno de mis lugares favoritos.

TOÑO: Cien por ciento de acuerdo, justo lo acabo de recomendar ampliamente para el cumpleaños de la novia de un amigo, y al parecer su experiencia fue de primera. Creo que es un restaurante que no se complica la existencia y menos se la complica al comensal, eso se agradece. Y ese hummus…

MARIANA: Creo que yo también se lo recomendé al mismo amigo para el mismo evento.

TOÑO: ¿También eres amiga de Kevin Spacey? ¡Mira tú!

MARIANA: Qué asco… KS siempre me ha dado guacalosidad.

TOÑO: Bueno, esto fue todo en nuestras Reseñas Al Alimón (nombre de tía en trámite).

MARIANA: Piedad.. te quiero, siempre disfruto ir a comer contigo, aunque me avergüences mil millones.

TOÑO: Nada como cuando tú confundiste el “Omakase” con el “Ola Ke Ase”, eso sí… bueno, bai…

 

MERKAVÁ

Av. Ámsterdam 53, Condesa

Martes a sábado 08:00 – 00:00, domingos 08:00 – 18:00