TEST POST: Sandías explosivas

 

PUBLICADO ORIGINALMENTE EL 18 DE MAYO DE 2011

La noticia de que sembradíos enteros de sandías están explotando sin ton ni son en China me llamó la atención con mucha mayor fuerza que, digamos, la revelación de que Arnold Schwarzenegger tuvo un affaire y un hijo con una gordis latina que trabajaba en su mansión. Vamos, lo del Governator lo veíamos venir, pero si alguien me hubiera dicho que algún día caminar por un melonar sería tan peligroso como hacer cabriolas en un campo minado, seguramente mi cara de escepticismo hubiera negado mayores revelaciones al respecto.

Pero es verdad. Al parecer campesinos chinos, a quien en lo sucesivo llamaremos “campechinos” para ahorrar en ancho de banda, han estado abusando de un aditivo químico utilizado para acelerar el crecimiento de ciertos cultivos. Esta innoble práctica ha dado como resultado que las jugosas sandías que se cultivan en China sean tan explosivas como una secuela de Rápidos y Furiosos.

Siempre ha estado en contra de los alimentos transgénicos y del creciente uso de sustancias químicas para modificar el ciclo de desarrollo de la mayoría de las cosas que antes nos llevábamos a la boca sin mayor consideración que pensar “¿me pondré más gordo si me lo acabo?”. En mi mente he entretenido cantidad de posibles escenarios donde nuestra imprudente manipulación de la Madre Naturaleza en lo concerniente a “la papa” acabará por arruinarnos la existencia. Más allá de sandías explosivas, he tenido pesadillas al pensar en…

  • Espárragos que gimen al ser cosechados

    Esto puede ser una realidad muy pronto…
  • Aceitunas que cobran vida y se ponen a eviscerar y rellenar humanos
  • Papas con pelos
  • Plátanos que revelan nuestros secretos y deseos sexuales más íntimos
  • Maíz prieto que discrimina al maíz blanco, y viceversa
  • Hongos que, al ser consumidos, nos hacen alucinar que somos Fher de Maná
  • Brócoli indiscreto
  • Cerezas que tiritan de frío y estornudan al ser colocadas sobre un helado o malteada
  • Cacahuates que duplican su tamaño por cada minuto que pasan dentro de nuestro tracto digestivo
  • Jícamas pre-enchiladas
  • Pepinos existenciales
  • Cocos emos
  • Trigo con problemas de auto estima
  • Lentejas pendejas
  • Guayabas con terrores nocturnos
  • Kiwis con trenzas
  • Mameyes que generan herpes

    El horror… el horror…
  • Espinacas que piden dinero prestado y luego te inventan que están esperando “que les depositen” para pagarte
  • Naranjas que se niegan a soltar una sola gota de jugo hasta que le des “Me Gusta” a su status de Facebook
  • Peras que crecen en olmos
  • Nueces que se la pasan quejándose de que van a morir solas
  • Piñas que apoyan el uso indiscriminado de combustibles fósiles
  • Zanahorias políticamente incorrectas
  • Fresas que gritan “¡NO! ¡POR FAVOR! ¡TENGO FAMILIA!” cuando te las llevas a la boca
  • Pasas ninja
  • Chayotes. Así nomás. Los odio…
  • Betabeles que insisten en que manejan mejor “con unas copas encima”
  • Chiles que ignoran a conveniencia el significado de la palabra “no”
  • Uvas fundamentalistas
  • Ciruelas sindicalizadas
  • Aguacates que aman demasiado
  • Calabazas capaces de propinar bofetadas
  • Coliflor NiNi, y…
  • Camotes con complejo de inferioridad

Bueno, espero sinceramente que estas peculiares mutaciones y comportamientos atípicos se queden allá, perjudicando a los campechinos y no, por ejemplo, a los campechanos, que viven más cerca de uno y la verdad nos caen mucho mejor. Pero en el ínter, voy a comenzar mi propio huerto orgánico. Ustedes pueden tirarme de a loco, pero creo que la era en que el pasillo de frutas y verduras del supermercado se convierta en el inicio de una rebelión masiva de las hortalizas contra sus amos humanos… está a la vuelta de la esquina.