Los conocemos. Los queremos. Nos reímos (con ellos, no de ellos). Pero lo cierto es que los hipocondriacos tienen que buscar la mejor forma de reconocerse como tales y de intentar superar esta condición. Escucha las anécdotas que tenemos (de gente MUY cercana) respecto a males imaginados, enfermedades mortales que sólo existen en la imaginación y las señales de que estás cayendo en el mundo de la hipocondria. ¡A escuchar!